miércoles, 19 de agosto de 2015

Rusia y Argentina avanzan en su cooperación militar

La relaciones entre Moscú y Buenos Aires en el sector militar van tomando fuerza desde principios de los 2000. Ahora se abren nuevas perspectivas.

Fuente: es.RBTH.com



La relación entre Rusia y la Argentina en el ámbito militar ha experimentado un intenso desarrollo en la última década. Hasta el año 2000, los líderes de la Argentina tan solo habían realizado tres visitas a la URSS y a Rusia; desde entonces, ya se han sucedido tres visitas de los líderes argentinos (una de Néstor Kirchner en 2004 y dos de Cristina Kirchner en 2008 y en 2015) a Rusia y dos del presidente de Rusia (Dmitri Medvédev en 2010 y Vladimir Putin en 2014) a la Argentina. Las bases de la cooperación en materia militar se sentaron en 2004, durante el encuentro en Moscú entre Putin y Néstor Kirchner, que acabó con la firma de un Acuerdo de Cooperación Militar.

La primera operación de compra de tecnología militar rusa tuvo lugar hace cinco años, en 2010. El helicóptero ruso más vendido, el Mi-8 (en su versión para la exportación Mi-171E), estaba destinado a convertirse en el precursor.
Entonces, el gobierno argentino adquirió solo dos unidades de la aeronave por un costo total de 22 millones de euros, que fueron financiados por un banco ruso. En noviembre de 2011, el grupo de operaciones especiales de aviación de la Séptima Brigada Aérea recibió varios helicópteros rusos en sustitución de los ya obsoletos Bell 212.

En 2014, con motivo de la visita en julio del presidente Putin a la Argentina, el tema de la cooperación militar entre los dos países volvió a ponerse sobre la mesa. Como resultado de las negociaciones, a fines de 2014, la Argentina adquirió cuatro remolcadores de la clase Neftegaz para garantizar el abastecimiento de su estación polar en la Antártida y para operaciones de patrulla en la zona sur del Atlántico. Además, la Argentina retomó la cuestión de la compra de helicópteros rusos. Durante la visita de Cristina Kirchner a Moscú en abril de este año, el ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, sostuvo conversaciones con su homólogo ruso, Serguéi Shoigú, que concluyeron en la adquisición por parte de la Argentina de otros tres helicópteros Mi-171E. 

A principios de julio, los ministros de industria de ambos países retomaron el tema. El ministro ruso, Denís Mantúrov, anunció la elaboración de una hoja de ruta para el desarrollo de las relaciones bilaterales en un plazo de dos años que prevé, entre otras cosas, la “cooperación en el ámbito de la aviación”.

Historia de Rusia en el corazón de Argentina

Alejandro Ménshikoff y Alejandro Zabotkine, descendientes de grandes personalidades del entonces Imperio ruso, residen en Argentina y explican cómo se afincaron en el país latinoamericano.

Fuente: http://es.rbth.com/

Alejandro Ménshikoff es un argentino nacido en Buenos Aires, vive actualmente en la capital porteña y tiene tres hijas: Sofía, Katya y Paula. Es dueño de una fábrica de artículos deportivos y de una carpintería, una actividad que se relaciona con la de sus antepasados. Creció escuchando historias sobre su tatarabuelo, Alexánder Danílovich Ménshikov, una emblemática figura rusa que fue mano derecha del zar Pedro el Grande y con quien mantuvo una cercana relación. En el Imperio ruso alcanzó también importantes títulos nobiliarios, pues fue Generalísimo, Duque de Izhora e incluso llegó a ser gobernador de San Petersburgo.
Cuadro de la batalla de Borodinó de Louis-François Lejeune.


El Generalísimo parecía entender a la perfección los objetivos del zar, era un destacado estratega militar que logró importantes triunfos en el campo de batalla. Su liderazgo fue crucial durante las campañas de Azov, así como en la Gran Guerra del Norte entre el Imperio ruso y Suecia.
Ménshikov obtuvo así su bastón de Mariscal de Campo, luego de la definitiva victoria en la ofensiva de Poltava sobre Carlos XII, el 26 de junio de 1709. Más allá de sus logros en el campo militar, fue también un hábil administrador de empresas, las cuales acercaron al Imperio Ruso con el resto de Europa, a su vez, gracias a la alta estima Pedro el Grande le tenía, llegó a sustituirle en el poder durante sus ausencias. 

Alejandro Zabotkine es otro argentino, descendiente directo del gran mariscal ruso, Mijaíl Kutúzov. Debido a que Kutúzov tuvo únicamente cinco hijas, en la actualidad no se tiene herederos directos por su apellido.
A pesar de esto, el Imperio ruso reconoció este derecho a sus descendientes por rama femenina. 

Sasha (es el diminutivo ruso de Alexander) vive en la provincia de Córdoba, en Los Hornillos, con su familia. Sus abuelos vinieron a la Argentina en 1948 después de la Segunda Guerra Mundial, sus padres se conocieron ya en este país y Sasha nació en 1951. Ingresó al Liceo Militar en 1965 y se retiró del ejército para 1995 como teniente coronel del arma de Ingenieros y como ingeniero militar en construcciones, una especialidad que curiosamente también comparte con sus antepasados rusos.
Sasha visitó el Museo de Borodinó (uno de los museos de historia más populares en Rusia) en Moscú y tuvo la oportunidad de dar tres conferencias acerca de Kutúzov en el país de sus antepasados. “La más importante y emotiva fue la que di en la Universidad de los Idiomas, ante 140 jóvenes entre 18 y 25 años, de varios países. Esto fue gracias al agregado cultural de nuestra embajada en Moscú”, cuenta en una entrevista a RBTH.
Más allá de su carrera militar, Sasha está activamente comprometido con el lugar donde vive. Hace dieciocho años fundó el Cuartel de Bomberos Voluntarios en Los Hornillos (Córdoba), institución que actualmente preside. Adicionalmente invierte sus esfuerzos en construir una capilla ortodoxa rusa.
“Está construida hasta los tres metros de altura, ya están las aberturas puestas (ventanas con vitreaux). Traje de Rusia las cúpulas doradas (una entera de 1,50 mts. y 2 moldes). El próximo paso es el techo en semiesfera hasta los seis metros de altura”, cuenta. “Cuando era chico, en casa mi abuela, nos referíamos al abuelo Kutúzov y aprendíamos la Marcha de Borodinó. Siempre estuvo presente en mi carrera militar, por su dedicación al soldado, su honradez, sencillez, inteligencia y sentido de la responsabilidad. Tuve la posibilidad de ir a Rusia al evento conmemorativo de los 200 años de la batalla y fue sumamente emocionante”, concluye Sasha.
Alexander Ménshikov (1673-1729)
Gracias a su buena presencia e ingenio, ganó el aprecio de Franz Lefort, el primer favorito del emperador Pedro el Grande, que lo tomó a su servicio. Le hizo entrar en el regimiento Preobrazhenski, la guardia personal del zar. A la muerte de Lefort, en 1699, Ménshikov lo sucedió como primer favorito y confidente del zar. Ménshikov tuvo un papel activo en las campañas de Azov (1695-1696) contra el Imperio otomano. Participó en la Gran Guerra del Norte con Suecia que duró desde 1700 hasta 1721 y se destacó en la batalla de Poltava en 1709. Después de la muerte de Pedro el Grande en 1725, se convirtió en el hombre de confianza de su vuida, Catalina I y durante dos años de su corto reinado fue prácticamente el gobernante absoluto de Rusia. Sin embargo, después de la llegada al trono de Pedro II en 1727, fue acusado de corrupción y enviado al exilio.
Alejandro Ménshikoff habló con con RBTH.
¿Qué sabés de la vida que tenían tus antepasados rusos?
Se caracterizaban por vivir cómodamente, con mucha abundancia y prosperidad. El padre de mi abuelo fue el creador de vidrio plano en Rusia, alcanzó a tener ocho fábricas de este producto e igual número de carpinterías. Para transportar el vidrio y mantener su calidad, importó una manada de camellos egipcios, que llevaban el producto desde las fábricas hasta los vagones del tren para ser comercializados. A lo largo de su vida, también acumuló tres millones de hectáreas al sur de Rusia, una cantidad de tierra realmente impresionante.

¿Cómo llegan a la Argentina? 
Después de la revolución bolchevique mi abuelo tuvo que salir de Rusia, pero es en 1921 cuando llega a Turquía y allí nace mi padre. Posteriormente, se mudaron a Francia, donde mi abuelo trabajó como carpintero, allí surgió su interés por migrar inicialmente hacia Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, el destino los terminó llevando primero a Brasil y después a Uruguay, en ambos países no fueron recibidos como se esperaba. Migraron más adelante hacia Buenos Aires, allí fue donde se lograron establecer de manera definitiva.

¿Qué sensaciones y pensamientos tuviste al visitar Rusia?
La primera vez que me encontré con mis primos fue en 1983, desde esos años los he visitado en múltiples ocasiones. Tengo dos primos en Moscú y otros cinco repartidos en Francia. Después de la caída del Muro de Berlín, vi Rusia en decadencia, devastada y con mucha necesidad, un país nada parecido a los relatos que escuchaba de mis padres y abuelos. Sin embargo, con el paso del tiempo la situación ha cambiado notablemente, en mis últimas visitas a Moscú he notado todo lo contrario, mucha opulencia.

jueves, 6 de agosto de 2015

Histórico bronce de Federico Grabich en el Mundial de Natación de Rusia

Tras haber ganado el oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, el santafesino logró el tercer puesto en los cien metros libres en Kazan. Se convirtió en el primer argentino en colgarse una medalla en la historia de esta competencia.

Fuente: http://www.diarioregistrado.com/

Federico Grabich no se detiene, no se conformó con haber ganado el oro en los Panamericanos y con haber logrado un nuevo record nacional (48s 11). Ahora compitió en el Mundial de Natación que se disputa en Rusia y logró un histórico tercer puesto.

El santafesino de 25 años marcó un  tiempo de 48s 12 y se colgó la medalla de bronce. El chino Ning Zetao con un registro de 47s84 logró el oro, mientras que el australiano Camerno McEvoy con 47s 95 ganó la medalla plateada.

Grabich se convirtió en el primer argentino en lograr una medalla en piscina en un Mundial de Natación. Hubo un antecedente en aguas abiertas en 1998 y José Meolans se había colgado cuatro preciadas, pero en pileta corta.