Cinco moscovitas atravesaron toda la Patagonia en diciembre del año pasado para conocer esa tierra mítica. Recorrieron 3.500 kilómetros por las carreteras chilenas y argentinas en un coche alquilado. Dormían en las tiendas de campaña, se alimentaban con lo que llevaban en su mochila y disfrutaban de los paisajes inesperados y los animales exóticos que se les cruzaban por el camino. No son fotógrafos profesionales, aunque algunos de ellos hicieron cursos de fotografía.
Todos llevaban cámaras para traer a casa fotos y vídeos de lo que allí vieron.

Un selfie con pingüinos y otras aventuras
Antes de emprender el viaje no sabían casi nada de esta región, salvo algunas leyendas que heredaron de Los hijos del capitán Grantde Julio Verne. Una vez en el aeropuerto de Moscú, cuando estaban a punto coger un avión rumbo a Georgia, encontraron una revista en la que vieron imágenes de la Patagonia: enseguida decidieron cuál sería su próximo destino.
Fuente: Anna Mstislávskaya
Los viajeros cuentan que solían perseguir a llamas, zorrillos y otros animales que no habían visto nunca en la vida. La mayor ilusión era hacerse un selfie con un pingüino.

 
Fuente: Iván Fomichov
Vitalia Kyrtikova, productora de cine, dice que le impresionó el cielo de la Patagonia: “En Moscú, el cielo siempre parece muy alto, pero allí te alcanza, te cubre como si fuera un gorrito”.
 
Fuente: Iván Fomichov
Alexéi Borísov, piloto de formación y organizador del viaje, quedó sorprendido por el trato de la gente local: “Ninguno de los cinco habla español. Sin embargo, pasamos casi cuatro horas hablando con los argentinos y nos comprendíamos los unos a los otros. En algunas partes de la Patagonia podíamos pasar media hora conduciendo sin que se nos cruzara otro coche por el camino, y cuando nos veían descansar en medio de la carretera siempre paraban para asegurarse de que no teníamos ningún problema”.
Alexander Ter, diseñador gráfico, se acuerdadel viaje que emprendieron en un ferry para llegar a Ushuaia desde Río Grande, ya que acabó mojado de pies a cabeza y totalmente mareado.Anna Mstislávskaia, psicóloga de profesión, fue seducida por la luz de las puestas del sol que duran hasta tres horas en esta región. 
Fuente: Iván Fomichov
“Nos llevamos un gran susto cuando nos acercamos al Perito Moreno y escuchamos el crujido del glaciar del cual se estaba desprendiendo un trozo. Fue un sonido tan fuerte que creímos que se iba a derrumbar entero”, relata Vitalia Kyrtikova.
Alexéi Borísov reconoce que se enamoró de Ushuaia: “Te impacta enseguida, tiene una atmósfera especial. Atravesando el camino de Ushuaia a Porvenir, te sientes alejado de la civilización, como si existieras solo tu y la naturaleza. Es impresionante cuando por el camino ves saltar a los delfines”.
Ruta de viaje: Punta Arenas, Puerto Natales, el parque nacional Torres del Paine, El Valfate, Perito Moreno, el Monte Fitz Roy, Río Gallegas, Tierra de Fuego, Río Grande, Ushuaia, Porvenir, Punta Arenas, Buenos Aires y Santiago de Chile
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