martes, 9 de septiembre de 2014

Argentina defiende las exportaciones a Rusia pese a advertencias de la UE

El Gobierno argentino defendió hoy los acuerdos con Rusia para exportar alimentos pese a las críticas recibidas desde la Unión Europea, que acusan al país suramericano de aprovechar el contexto de sanciones y vetos entre el bloque y Rusia por el conflicto ucraniano.

Fuente: RBTH

"No tenemos ningún tipo de impedimento para efectuar acuerdos comerciales que impliquen potenciar los niveles de producción y exportaciones", sostuvo el jefe del Gabinete de ministros, Jorge Capitanich, durante su rueda de prensa diaria.

Capitanich respondió de esta manera al ser preguntado por una carta de advertencia enviada por el bloque europeo al Ejecutivo que encabeza la presidenta argentina, Cristina Fernández, a través del embajador argentino ante la UE, Hernán Lorenzino.

Según informó el diario La Nación, la Unión Europea solicitó al país suramericano que se abstenga de aprovechar el veto impuesto por Rusia sobre varios productos alimentarios europeos en represalia por las sanciones de la Unión contra Moscú por sus acciones en el conflicto en Ucrania.

"La República Argentina tiene un mecanismo de relaciones de carácter internacional en materia comercial y observa a través del programa de aumento y diversificación de exportaciones, metas de exportación a través de 24 países con 264 partidas parciales", destacó Capitanich.

"En el caso de la Federación Rusa, efectivamente nosotros tenemos y teníamos a la Federación Rusa dentro de los destinos posibles de exportaciones en virtud de la complementariedad en materia económica", detalló.

El jefe de ministros ratificó las expectativas del Gobierno argentino de exportar a Rusia carnes de todo tipo, vinos y frutas, de la misma forma en que existen acuerdos para exportar alimentos a otros muchos países como India o China.

Asimismo, subrayó la importancia de intensificar y diversificar las exportaciones para la economía argentina.

Argentina anunció acuerdos para exportar alimentos a Rusia a finales del pasado agosto, en operaciones que podrán alcanzar un monto total de hasta 18.000 millones de dólares.

Varios países latinoamericanos han buscado aprovechar la oportunidad de entrar en el mercado ruso que representa la prohibición de importar alimentos de la Unión Europea y Estados Unidos a ese país.

La prohibición fue decidida por el Gobierno ruso en represalia por las sanciones adoptadas por europeos y estadounidenses contra Rusia por su papel en la crisis de Ucrania. 

Espectacular final del festival de música militar en la Plaza Roja

Del 30 de agosto al 7 de septiembre se ha celebrado en la Plaza Roja de Moscú el festival de música . Han participado músicos de Italia, China, Serbia, México, Suiza, Irlanda, Armenia, Kazajstán y Turquía.

Fuente: RBTH



Este año el festival internacional de música Spásskaya Bashnia, que celebraba su séptima edición en la Plaza Roja de Moscú, se ha dedicado al centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, por lo que se ha recreado el ambiente histórico con participantes que lucían el uniforme militar de principios del siglo pasado.
“Para mí actuar en la plaza más importante de Rusia supone, ante todo, una descarga de adrenalina –explica a RBHT Yevgueni Filátov, clarinete de la Orquestra Central de la Armada Rusa–, no es la primera vez que actúo en la plaza más importante del país, pero cada vez que lo hago siento una alegría especial”.
La Orquesta Rusa de la Armada, bajo la batuta del director Alexéi Karabánov, capitán de primer rango, actúa regularmente en el festival. Es una de las mejores orquestas militares del país y suele realizar giras por los más prestigiosos escenarios. Marchando, los músicos han interpretado un fragmento de la suite sinfónica Scheherazade del compositor ruso del siglo XIX Nikolái Rimski-Kórsakov, que da nombre a la orquesta.
“Volver a actuar en Moscú ha sido impresionante, como un sueño. Hemos participado en muchos eventos de distintos países, pero el festival Spásskaya Bashnia  es único en su género, es un auténtico festival militar”, explica a RBTH Leo Sorcia, director de la Banda Monumental de México. Es la segunda vez que esta orquesta participa en el festival Spásskaya Bashnia. Junto a la compañía de baile Tenochtitlan han montado un grandioso espectáculo de música y baile.
Al son de los ardientes ritmos latinos interpretados por la banda, con sus músicos luciendo los trajes nacionales de caballero, los artistas de Tenochtitlan han interpretado la historia del baile mexicano desde los indios y los primeros conquistadores hasta nuestros días.

La orquesta de gaiteros de Irlanda “Unidos por la música” ha visitado Moscú por primera vez. Desde el avión los músicos han acudido directamente al ensayo y han quedado impresionados por la belleza de la Catedral de San Basilio.  Jim O’Hagan, director de la orquesta, estaba muy nervioso antes actuar en la Plaza Roja. “Serví 23 años en el Ejército irlandés. Y unos años después de haberme retirado, decidí formar una orquesta. Reuní tanto a artistas irlandeses como a músicos del Irlanda del Norte”, explica a RBTH. En la orquesta hay un total de 53 músicos. Han sido de los primeros en actuar en la plaza y han interpretado la canción rusa Katiusha, una de las más populares de la Segunda Guerra Mundial (1941-1945).

Recreación histórica
Uno de los eventos más destacados del festival ha sido la actuación de los monjes chinos Shaolín, con el programa Wushu de Udán, en el que han presentado una coreografía. 
El tema de la recreación histórica no se ha agotado con la Primera Guerra Mundial. La orquesta de los granaderos suizos acudía por tercera vez al festival. Lucían el uniforme del siglo XIX y en su actuación han utilizado auténticos mosquetes, espadas y sables de la época. Otra de las orquestas que han recreado el ambiente histórico ha sido la turca “Mehter” de la ciudad de Iznik, la orquesta militar más antigua del mundo, fundada en el siglo XIII. Esta orquesta interpretó música jenízara a lo largo de toda la historia del Imperio otomano, y desapareció cuando se disolvió el cuerpo militar, a principios del siglo XIX. Los músicos actuales han recreado el ambiente jenízaro tocando marchas militares otomanas y escenificando luchas de sables.

El arte de la caballería
Tras el Mausoleo de Lenin, se han ofrecido las actuaciones ecuestres. Se ha instalado un escenario especial en el que todos los días del festival se han podido presenciar actuaciones y clases magistrales de diversos deportes ecuestres. El evento principal del cartel ha sido la actuación del equipo de caballería de la Escolta Honoraria del Regimiento Presidencial junto a la Escuela Superior de Equitación del Kremlin, con caballos de razas rusas. Ha sido una demostración de los purasangres de Rusia y una clase magistral del manejo virtuoso del caballo al mismo tiempo, con acrobacias y luchas ecuestres con espadas.

El espectáculo Emotion de Lorenzo, el acróbata ecuestre francés, ha provocado que los espectadores hayan estado al borde de un ataque de nervios (el acróbata ha volado literalmente sobre los caballos). Se ha convertido en la actuación más memorable de esta parte del programa. También ha resultado una de las más caras del festival: Lorenzo trajo consigo 12 caballos y todos ellos han participado en sus acrobacias.
El programa ha finalizado con una actuación conjunta de todos los colectivos musicales. Es difícil determinar cuántos había en la Plaza Roja. Oficialmente en el festival participan veintisiete orquestas, pero no se han podido contabilizar porque los músicos ocupaban literalmente todo el espacio de la plaza. El teniente general Valeri Jalílov, director musical del festival y principal director militar de Rusia, ha dirigido esta orquesta gigante. La fiesta ha terminado con un gigantesco espectáculo de fuegos artificiales con la Catedral de San Basilio de fondo.
Saulo Romero Espinal, presidente de la Organización cultural de intercambios internacionales México A.C.

“Nuestra primera participación en este festival fue en 2011, hace tres años. Esta es la segunda ocasión que estamos aquí en el Festival Internacional de música militar Spásskaya Bashnia. Creo que lo hemos siempre considerado este festival como uno de los mejores del mundo. Ya hace tres años vimos que nuestro programa gustó mucho a todo el público ruso. Tuvimos una estancia muy agradable y eso nos permitió trabajar más para poder regrasar a este lugar tan hermoso y tan importante como la Plaza Roja. Consideramos este festival como uno de los mejores por toda organización y por el lugar.
La última vez no tuvimos cita con el embajador de México en Rusia, Rubén Beltrán, pero este año ya tuvimos una cita programada con el embajador para el 2 de septiembre. Durante tres años tuvimos algunos cambios en bailarines, en músicos, pero el núcleo de toda compañía, de toda banda de música queda igual. 
Nuestra banda está formada por estudiantes de diferentes escuelas, universidades e instituciones. Entre nuestros artísta hasta hay niños de 11 años. Nuestra banda es folclórica y no solamente nos presentamos en festivales militares, sino en otros festivales, en festivales folclóricos, en grandes desfiles.
Nuestro objetivo primordial como organización, como la banda de música, como la compañía folclórica es demostrar nuestra cultura de México, abrirla  para todo el mundo y lo estamos haciendo através de la danza y del canto. 
Utilizamos diferentes recursos económicos para llegar a Rusia: el gobierno, iniciativas privadas o  escuelas.
Empezamos a prepara este proyecto hace un año. Es un trabajo muy intenso. Lo presentamos siete veces durante esta semana y dura 8 minutos.
Definitivamente uno de los motivos porque regresamos a Moscú es el trato que hemos recibido por parte de la gente que organiza el festival”.
Gerónimo Morales, 19 años, músico de la compañía folclórica musical “Tenochtitlan”
“Aquí se juntan México, China, Rusia y no hay distinción, todos se complementan para hacer un buen espectáculo. Es la parte pacífica del festival y militar es sólo el régimen de las bandas”.

Leo Sorcia, director de orquesta Banda Monumental de México
“Aquí presentamos la danza tradicional, el jarabe tapatio. Los organizadores de Spásskaya Bashnia me pidieron también tocar “Bésame mucho” que es muy conocida entre los rusos. Originalmente se llamaba nuestra banda “Marching Band”, pero hemos cambiado el nombre para que tenga más originalidad”.

Vea el video del Festival





domingo, 7 de septiembre de 2014

El último y trágico viaje de la familia Ovechkin

Una banda de jazz compuesta por miembros de la familia Ovechkin trató de escapar de la Unión Soviética al secuestrar un avión en Irkutsk con destino Leningrado y desviarlo a Londres en 1988. Lo que pensaron que se iba a convertir en una vía de escape a una nueva vida acabó en tragedia.

Fuente: RBTH



A finales de los años 80 estaban cambiando muchas cosas en la Unión Soviética tras la llegada de Mijaíl Gorbachov y su programa de reformas que comenzó en 1985 y que continuó con la Perestroika. Sin embargo, la familia Ovechkin no vislumbraba ningún atisbo de mejora tras una vida repleta de dificultades como muchas otras familias soviéticas en ese momento.
Ninel y Dimitri Ovechkin formaron una familia en Irkutsk, una de las ciudades más importantes de Siberia, y tuvieron once hijos: cuatro niñas y siete niños.
Ninel (nombre de mujer creado al poner Lenin al revés) creció en un orfanato y su marido, Dimitri, tuvo serios problemas con el alcohol, que le llevaron a tratar de matar a sus hijos antes de morir súbitamente en 1984. El carácter de Ninel se endureció y pasó a ser una mujer muy autoritaria. Su coraje propició que el gobierno regional le otorgase la medalla a la “Madre Heroica” por criar ella sola a sus once hijos en duras condiciones. 
Un año antes de la muerte de su padre, los varones de la familia formaron un grupo de música jazz en su ciudad natal bajo el nombre Sem' Simeonov (Los Siete Simeones).
Ninel, que no contaba con conocimientos musicales, apoyó desde el primer momento el nuevo interés de sus hijos y lo vio como una oportunidad para mejorar el futuro de la familia. El talento de sus hijos se fue desarrollando con la ayuda de un profesor de música, Vladímir Romanenko, y ganaron varios premios a lo largo del país.
Además, fueron admitidos en la prestigiosa Academia Estatal de Música Gnessin de Moscú, mientras Ninel y las hermanas de los muchachos permanecieron en Siberia ocupándose del trabajo en la casa.
El grupo consiguió cierto éxito e incluso emprendieron una gira por Japón. Ese fue el primer viaje que la banda hacía al extranjero y los Ovechkin quedaron impresionados con la calidad de vida que lucía el país nipón. Al regresar a Irkutsk, los chicos contaron a su madre las experiencias de su primer viaje a Occidente y la necesidad de abandonar la Unión Soviética. 


El desgraciado viaje
La familia Ovechkin emprendió un vuelo desde Irkutsk hasta Leningrado –actualmente San Petersburgo– con la excusa de participar en una gira por la ciudad. Sin embargo, el objetivo de los cabecillas de la familia, principalmente los hermanos mayores Vitali y Dimitri y la madre, era secuestrar el vuelo en el que viajarían para huir de la Unión Soviética con destino a “cualquier país capitalista, a Londres”, como informaría posteriormente Izvestia.
Los miembros de la banda se hicieron con un arsenal que incluía escopetas recortadas y bombas caseras que escondieron en los instrumentos musicales. Uno de ellos era un contrabajo, que por su gran tamaño fue ordenado guardar en la bodega. 
Sin embargo, la familia pidió que, debido a su valor, preferían llevarlo en la cabina aún pagando un coste adicional. Las autoridades del Aeropuerto Internacional de Irkutsk reconocieron a la popular banda y revisaron el equipaje sin encontrar nada fuera de lo común.
El vuelo 3739 de Aeroflot se hizo con un Tupolev Tu-154 y despegó de Irkutsk el 8 de marzo de 1988 con destino al Aeropuerto Internacional Púlkovo de Leningrado con 76 pasajeros en total. Fue durante la programada escala en Kurgán, cerca de los Urales, cuando la familia decidió pasar al ataque.
Dos de los hermanos sacaron las escopetas recortadas del contrabajo y pasaron una nota a las azafatas para que se la entregasen a los pilotos, con indicaciones de desviar el vuelo hasta Londres. Ninel, desde la parte trasera del avión, conducía el plan de ataque mientras cuidaba de los más pequeños: Mikhail de 13, Ulyana de 10 y Sergei de 9 años.
Inmediatamente se formó un grupo de negociaciones que trataron de convencer a los terroristas. Ante la negativa de los hermanos, los miembros de la tripulación convencieron a aquellos de realizar una parada para repostar en la localidad finlandesa de Kotka, cerca de la frontera. Sin embargo, las negociaciones eran una mera farsa, ya que los pilotos ya se habían puesto en contacto con las autoridades y obedecían a las directrices de las fuerzas armadas soviéticas.
Al aterrizar, los hermanos Ovechkin observaron por las ventanillas de la aeronave los uniformes militares y la grafía rusa, por lo que comprendieron que habían sido engañados y perdieron los nervios. Dimitri disparó en el interior del avión y la azafata Tamara Zharkaya, que había participado en las tareas de negociación, resultó muerta a causa de los disparos.
A partir de este momento, tanto las fuerzas de asalto soviéticas como los propios terroristas actuaron por instinto y sin un plan específico. Sin embargo, Ninel había acordado previamente que, si algo salía mal, sus propios hijos debían matarla y suicidarse ellos mismos después para evitar ser atrapados por la policía.
Las fuerzas de seguridad entraron en el interior del avión por la cabina y, acto seguido, comenzó un tiroteo del que resultaron heridos varios pasajeros. Los hermanos, al ver el plan fracasado, trataron de explosionar el avión, pero no lo lograron aunque sí detonaron algunos artefactos. 
Vasili, el hermano mayor de 26 años, se encargó de ejecutar a su madre de un disparo en la cabeza y, casi al instante, se suicidó. Dmitri, de 24, Oleg, de 21 y Alexander, de 19 también acabaron con sus vidas según lo planeado. Ígor, de 17, se escondió en el baño para no morir y sobrevivió a la matanza junto a Olga –embarazada en ese momento–, de 28 años, Tatiana, de 14, Mijaíl, Uliana y Serguéi.
Los pasajeros trataron de abandonar el avión en llamas y se encontraron con las fuerzas de seguridad, que llegó a golpearlos al pensar que entre ellos podían estar los supervivientes de los Ovechkin que pretendían huir camuflados entre los pasajeros. En este caótico ataque murieron otros tres pasajeros. En total, nueve personas perdieron la vida y más de veinte personas resultaron gravemente heridas.

Sin embargo, el futuro de la familia no mejoraría. Olga dio a luz a una niña, Larisa, en la cárcel y fue llevada a un orfanato.La tragedia provocó que se revisasen las normas de aviación en la Unión Soviética, que ya había vivido varios secuestros antes –aunque perfectamente encubiertos por la propaganda del gobierno– y los Ovechkin que sobrevivieron fueron procesados. Olga e Ígor fueron condenados en septiembre de 1988 a seis y ocho años, respectivamente.
Posteriormente, Liudmila Ovechkin, la única que no formó parte del secuestro, adoptó a Larisa y sus hermanos pequeños. Olga falleció en prisión asesinada por su compañero de celda tras una borrachera el 8 de junio de 2003. Ígor, tras ser liberado, fue arrestado nuevamente por posesión de narcóticos y también fue asesinado por su compañero de celda.
Uliana se casó sin éxito y trató de suicidarse y de Serguéi sólo se supo que tocaba música en algunos restaurantes. Mikhail rehízo su vida en España y formó una nueva banda de música, mientras que de Tatiana nunca se supo nada más.

Los rusos vuelven a producir alimentos en las dachas a causa de las sanciones

En plena “guerra” de alimentos entre Rusia y Occidente, se observa un giro inesperado: los expertos prevén la vuelta de los rusos a los huertos de sus casas en el campo. ¿Cabe esperar un renacimiento de las legendarias dachas?

Fuente: RBTH


Durante la época soviética, la dacha era algo fundamental en la vida de cada ciudadano: en su huerto cultivaban alimentos para llevar a sus mesas prácticamente vacías. Ahora los expertos advierten que, debido a las sanciones que prohíben los productos occidentales, muchos rusos podrían volver a utilizar estos terrenos para cultivar sus propios productos.
La explicación es sencilla: debido a las restricciones a la importación de alimentos se han disparado una gran cantidad de factores inflacionarios, comenta la directora del Centro de Desarrollo de la Escuela Superior de Economía, Natalia Akindinova.
“En estas condiciones, los grupos de la población que tienen unos ingresos bajos y destinan la mayor parte de ellos a comprar alimentos, deberán intentar autoabastecerse y la vuelta al cultivo en sus dachas es una opción, - comenta la experta. – Además, muchos ya poseen estos terrenos y lo único que tendrán que hacer es comenzar a trabajarlos más activamente”.
Además, el gobierno declara esta necesidad abiertamente: hay que estimular a la gente para que vuelva a sus huertos, según indican, por ejemplo, en la región de Uliánovsk. En San Petersburgo incluso se aportan cifras: unas 622.000 familias se dedican a cultivar alimentos, en 2013 se cultivaron casi 500.000 toneladas de productos y este año se espera un volumen mayor. 
En general, la situación en el país es realmente sorprendente. Según la Fundación Opinión Pública, a día de hoy un 59% de los rusos tiene dacha, aunque la cifra varía dependiendo de la ciudad (por ejemplo, en Moscú este índice no supera el 41%).

“Por ahora es pronto para decir si estas fluctuaciones se deben a la difícil situación económica actual, - comenta Irina Ósipova, analista de la Fundación Opinión Pública. – La temporada está finalizando, por lo que no podremos llevar a cabo una investigación hasta el año que viene. Después de todo, nadie se va a dedicar a producir parmesano en su dacha. Sin embargo, en periodos de crisis y de subidas de precios los alimentos cultivados en las dachas realmente han servido de ayuda”.Para la mitad de los rusos, las frutas y verduras cultivadas por ellos mismos son “un importante extra además de los productos comprados” (en 2014 estás declaraciones corresponden a un creciente porcentaje de la población, un 54% frente al 49% de hace dos años). Por otro lado, el porcentaje de personas para las que las verduras cultivadas en las dachas suponen un extra no tan importante se ha reducido (de un 20% a un 17%).
Los investigadores observan un nuevo auge del interés de los rusos por las dachas, aunque al parecer este interés está relacionado con otros factores: la moda de la ecología, los productos ecológicos y un estilo de vida sano. 
“Si bien a mediados de la década de los 2000 muchos pasaron de cultivar frutas y verduras a plantar flores, ahora vemos una vuelta a los productos de huerto, - señala Ósipova. – Naturalmente, siempre que preguntamos sobre alimentos, los rusos prefieren mayoritariamente los productos locales, ya que los consideran más ecológicos y sanos”.
Los expertos aseguran que se está produciendo una vuelta a la naturaleza y en el futuro es incluso posible una recuperación del uso de las dachas. Aunque esto también conlleva ciertos peligros.
“Desde el punto de vista social, la gente puede compensar su consumo, esto es algo bueno. La moda de un estilo de vida más ecológico también es una buena idea, - opina Natalia Akindinova. – Pero, naturalmente, esto provoca una baja productividad y, en general, tiene una influencia más bien negativa en la economía, ya que la gente se distrae de su actividad principal. Es decir, el hecho en sí de tener un terreno fuera de la ciudad y pasar en él el tiempo libre es algo normal, pero utilizarlo para procurarse el alimento cotidiano es una práctica cuestionable para un país normal”.
Vladímir Kaganski, geógrafo, conocido científico y publicista, es un feroz crítico de las dachas “como fenómeno social de masas”, y pide resaltar especialmente la palabra “masas”. Sus ideas suenan bastante convincentes: el territorio de dachas construidas alrededor de las grandes ciudades ha destruido la estructura del aprovechamiento de la tierra y los recursos naturales.
Por ejemplo, la región de Moscú se ha vuelto un territorio fragmentario, es decir, los bosques y las tierras de cultivo ya no son una red continua, como debería ser de forma ideal, sino que están divididos en terrenos de dachas. Ya no quedan lugares para pasear, junto con las dachas han aparecido automóviles y basura, se han perdido muchas especies de aves y animales salvajes y ya no se puede enseñar a los niños cómo es un bosque o un río, porque estas cosas ya no se encuentran cerca de la ciudad. 
“Se ha destruido también el equilibrio ecológico, - comenta el experto. – Alrededor de las dachas se está formando un terreno pantanoso (debido a la tala de árboles, ya que estos absorben la humedad de la tierra), están desapareciendo plantas poco comunes porque, por culpa de la despreocupación de los dueños de las dachas, a menudo se producen incendios. Según mis cálculos, 100 metros cuadrados del terreno adyacente a una dacha o casa de campo transforman (negativamente hablando, se entiende) unos 500-600 metros cuadrados de la tierra que los rodea”.
Kaganski opina que se trata de la colonización de la región de Moscú par parte de un grupo de personas (los dueños de las dachas) en detrimento de otro grupo.
“Evidentemente, las dachas, especialmente en los años 90, eran un medio de supervivencia, pero no es correcto que regiones enteras dependan de ellas”, - asegura el científico. Al mismo tiempo, Kaganski no se refiere en estas declaraciones a las dachas antiguas, especialmente a las dachas anteriores a la Revolución, que eran auténticos centros artísticos y culturales. Esto, según él, es otra historia.
¿Qué cabe esperar pues de las dachas en el futuro? Los especialistas se muestran cautelosos a la hora de responder a esta pregunta: el interés por la naturaleza y la ecología ha crecido, pero por ahora el retorno al autoabastecimiento de la época soviética sigue en duda. En este respecto, como siempre sucede en Rusia, todo depende de la política exterior.

sábado, 6 de septiembre de 2014

'Buenos días, Tierra': Astronauta tuitea increíble foto del amanecer desde la EEI

El astronauta estadounidense, Reid Wiseman, tuiteó hoy una imagen increíble de la salida del sol sobre la curvatura de la Tierra que captó desde la Estación Espacial Internacional (EEI) cuando se despertó.

Fuente: RT


















"Es difícil de superar un buen amanecer, ya sea en la Tierra o en la órbita baja de la Tierra", escribió en su cuenta de Twitter, que tiene unos 270.000 seguidores. 

La tripulación de la EEI observa unos dieciséis amaneceres y puestas de sol durante un período orbital de 24 horas. 

jueves, 4 de septiembre de 2014

Los rusos rinden tributo al fotógrafo Andréi Stenin, muerto en Ucrania

Los rusos rinden hoy tributo al reportero gráfico de la agencia oficial RIA-Nóvosti Andréi Stenin, que murió mientras cubría los combates en el este de Ucrania.


Fuente: RBTH
Una vez confirmada ayer su muerte, frente al edificio donde trabajaba desde 2009 sus antiguos colegas instalaron una mesa con una gran fotografía a cuyos pies amigos, compañeros y ciudadanos han depositado multitud de flores durante las últimas horas.

Algunos transeúntes no pueden evitar emocionarse, mientras otros se paran a leer el texto que acompaña la foto, en la que se denuncia que Stenin, de 33 años, murió a manos de las fuerzas gubernamentales ucranianas cuando acompañaba una columna de refugiados.

No son pocos los que se persignan tres veces, a la usanza ortodoxa, especialmente las mujeres, en memoria de un reportero gráfico que había cubierto los acontecimientos en Ucrania desde el estallido de las protestas antigubernamentales en noviembre de 2013.

Además, desde que desapareció a principios de agosto pasado, la RIA-Nóvosti organizó una exposición callejera con imágenes captadas por Stenin en el conflicto ucraniano, ante las que se detienen numerosos transeúntes. 



Las impactantes imágenes incluyen a rebeldes prorrusos, refugiados, edificios destruidos, gente sin hogar, prisioneros de guerra, manifestantes antigubernamentales en Kiev y efectivos antidisturbios.

Según el Comité de Instrucción de Rusia, el 6 de agosto Stenin viajaba por la carretera que une las localidades de Snézhnoye y Dmitrovka en una columna de refugiados que fue atacada por blindados ucranianos.

La columna, que iba escoltada por seis milicianos, fue atacada por dos carros blindados artillados y un tanque, presuntamente de la 79ª brigada aerotransportada del Ejército ucraniano.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia exigió a las autoridades de Ucrania una "investigación exhaustiva e imparcial del asesinato de Andréi Stenin" y un "severo castigo a los culpables".

"En pocos meses, Rusia ha perdido en Ucrania a cuatro de sus periodistas, lo que es una situación inaudita si se compara incluso con otros sangrientos conflictos armados", destacó la Cancillería.

El presidente ruso, Vladímir Putin, expresó sus condolencias a los familiares del fotógrafo, "quien hizo todo lo posible para que todo el mundo supiera la verdad sobre los trágicos sucesos que ocurren en Donetsk", según el telegrama del jefe del Kremlin.

Las fuerzas de seguridad ucranianas han negado tener algo que ver en la muerte de Stenin.

martes, 2 de septiembre de 2014

Décimo aniversario de la tragedia de Beslán

El 1 de septiembre de 2004, la pequeña ciudad de Beslán, en el Osetia del Norte, al sur de Rusia, alcanzó la fama mundial debido a uno de los crímenes más brutales de la historia reciente. Un grupo de terroristas secuestró el edificio de la escuela durante la celebración del primer día del curso. 333 personas fallecieron durante este atentado. Este acontecimiento cambió la vida de cada habitante de la pequeña ciudad para siempre. ¿Qué ha deparado el destino a los supervivientes de aquella tragedia diez años después?

Fuente: Rbth.com

Décimo aniversario de la tragedia de Beslán

El curso académico en Beslán ya nunca comienza el 1 de septiembre. Los niños no acuden al colegio hasta el día 5. Pero hay una persona que cada año, el primer día del mes, visita la escuela a primera hora de la mañana. Rita Sidakova se pone en la cabeza un lazo de luto y recorre lentamente el conocido camino por el que su hija se apresuró aquel día camino de clase. Entra en el gimnasio de la escuela, derruido por las explosiones y el posterior incendio. Allí podría pasarse de pie un día, dos, sin comida ni agua, del mismo modo que su hija de nueve años, que pasó allí a punta de pistola las últimas horas de su vida.

“Állochka era mi única hija, largamente esperada, la criaba yo sola. Aquella mañana la llevé al colegio y me fui a trabajar. Recuerdo cómo, sentada en el despacho, de pronto me estremecí y miré el reloj: las 9:15. Al parecer, fue precisamente a esa hora cuando sonaron en el patio del colegio los primeros disparos. Y a los 10 minutos sonaba el teléfono: '¿Qué haces trabajando? ¡Han secuestrado la escuela!”, cuenta Rita Sidakova.Tres días sin agua
El tiempo pasaba muy lentamente. El 3 de septiembre, después de que retumbaran dos explosiones en el interior de la escuela, dio comienzo un asalto espontáneo. Algunos rehenes lograron salir vivos. Pero muchos se quedaron dentro.
Állochka fue enterrada en la Ciudad de los ángeles, así es como se llama la parte del cementerio de Beslán en la que descansan las víctimas del terrible atentado.
“Le agradezco enormemente que comparta mi dolor con el mundo.

 
Rita Sidakova. Fuente: archivo personal
La actitud buena y sincera de la gente del resto del mundo nos da fuerzas y alivia nuestro dolor. Ustedes nos hacen más fuertes”, declara mi interlocutora.
Las condiciones del secuestro
Estos días de septiembre permanecen en el recuerdo de todos aquellos que sobrevivieron a la terrible tragedia. Los antiguos rehenes vuelven al lugar del que consiguieron escapar a salvo para honrar la memoria de aquellos que no lograron hacerlo. Entre ellos se encuentra Madina Tokayeva, de 25 años. En el momento del atentado tenía 15.
Madina con su esposo y su niño. Fuente: archivo personal
“Las condiciones eran terribles. Los rehenes permanecíamos sentados en el suelo del gimnasio y alrededor de este los terroristas habían tendido unos cables. Nos decían que íbamos a morir pronto. Estábamos tan apretados que no podíamos ni estirar las piernas. Pero incluso en aquellas condiciones nos las arreglamos para dormir”.
A causa de las explosiones, Madina tuvo múltiples heridas, la mayor de ellas en la cabeza. A los heridos más graves los enviaron a los centros médicos federales. Madina y otros 11 niños heridos fueron enviados en un avión militar a Rostov, al hospital regional infantil. Allí le hicieron una operación cerebral en la que le extrajeron los restos de metralla. Hicieron unos esfuerzos colosales para que la joven volviera a caminar. Después de Rostov, continuó su rehabilitación en el extranjero.
“Ahora estoy casada y tengo un hijo de cuatro meses. La vida continúa a pesar de todo”, cuenta.
Quiero salvar vidas
El 3 de septiembre de 2004, Alan sobrevivió de milagro a las heridas. Un trozo de metralla le hirió en la cabeza y otro en la espalda, en la columna vertebral. El primer año pasó mucho tiempo en el hospital. Pero gracias a la ayuda de los médicos y a sus propios esfuerzos ahora ya no tiene ninguna discapacidad.Alan Kulov tiene casi 22 años. Es estudiante de quinto curso de medicina. Durante los últimos diez años el joven vive por él y por su hermano pequeño Oleg, que seguirá siendo para siempre un niño de ocho años.
“Evidentemente, lo sucedido le ha dejado una profunda huella. Cuando tuvo que escoger a qué se quería dedicar, me dijo: '¡Quiero salvar vidas!' Primero pensó en entrar en el ejército, pero su salud no se lo permitió y entonces decidió convertirse en médico. Ahora es un futuro dentista y mi principal ayudante”, comenta Zhanna Kulova, la madre de Alan. 
Un alto precio 
Las mujeres que perdieron a sus hijos han formado una asociación llamada “Las madres de Beslán”. Fue en este tipo de actividad social donde Rita Sidakova encontró el futuro sentido de su vida. Desde entonces vive sola. No quiere ni pensar en tener otro hijo, como han hecho muchas otras familias.
Rita Sidakova. Fuente: archivo personal
“Una de nuestras tareas principales es la asistencia social y la rehabilitación de los heridos, así como perpetuar la memoria de los fallecidos. Y hasta ahora seguimos pidiendo que se castigue a las personas responsables de este atentado terrorista. A aquellos que permitieron que los terroristas entraran en Beslán y en el colegio. Además, la forma en la que se llevó a cabo el asalto al colegio también ha levantado una infinidad de preguntas”, comenta Rita Sidakova.
Cada año, el 1 de septiembre, a las 9:15, en Beslán se sueltan globos al aire. Fue precisamente en ese momento cuando se oyeron los primeros disparos y los niños asustados abrieron sus manos, liberando los globos hacia el cielo. El 3 de septiembre, en la “Ciudad de los ángeles”, bajo el monótono sonido de un metrónomo, se oyen 333 nombres. Y el mismo número de globos blancos vuelan hacia el cielo, como si fueran las almas de los niños.