Fuente: RBTH
Un total de 50.000 personas participaron en las votaciones para elegir a la mascota. Las propuestas iban desde un tigre siberiano hasta un extraterrestre. Sin embargo, los rusos decidieron finalmente que la mascota idónea era el lobo: unos lo identifican con la velocidad y la tenacidad, mientras que otros lo asocian con las escasas probabilidades que tiene la selección rusa de tener éxito en el Mundial.
La nueva mascota ha abierto la caja de Pandora: tras la votación popular, la Red se llenó de bromas y, durante varios días, Zabivaka sufrió comparaciones algo incómodas. El blanco de los usuarios fueron tanto la apariencia de la mascota como su nombre, que aproximadamente podría traducirse como 'marcador de goles').
“Ayer decidimos gastar una broma: como nombre para la mascota propusimos Zabivaka. ¿Y ellos? Lo aceptaron”. Con esta broma reaccionó el twitter oficial de la Liga de Hockey Continental.
Y es que muchos se dieron cuenta de que el nombre podía tener un doble sentido, además de 'marcador de goles' el otro significado del verbozabivat (del que deriva el nombre de la mascota) es mostrar indiferencia hacia lo que sucede alrededor (“pasar de todo”), lo cual permitió que en las redes sociales se frivolizase sobre los resultados de la selección rusa, muy alejados de lo deseable. En este sentido, el lobo recibió comentarios mordaces por todas partes.
Aunque se suponía que, como explicó el exministro de Deportes Vitali Mutkó, el nombre solo debía de ser fácil de traducir y original, por la patente. “Algo me dice que Zabivaka escrito en alfabeto latino no hace que la etimología y el significado de la palabra sean más comprensibles para los compañeros anglohablantes”, escribió el usuario @Bobchensk.
“Debo admitir que el lobo Zabivaka fue la mascota de mis estudios y mi trabajo durante los últimos 15 años. Me alegro de que ahora ayude también al deporte ruso”, escribió en Facebook el usuario Serguéi Fokin.
Le trasladamos esta pregunta a la autora de la nueva mascota del Mundial, la estudiante de diseño gráfico de la Universidad Estatal de Tomsk Yekaterina Bochárova, de 21 años. “No son gafas de esquiar, sino deportivas, como las que llevan los ciclistas, por ejemplo. Lo que pasa es que Zabivaka corre tan rápido por el campo que necesita protección para sus ojos”, respondió Bochárova, y añadió que las gafas son además de alta tecnología, para hacer pases y chutes precisos.
Bochárova explicó que desde siempre ha admirado la animación de Disney, sueña con trabajar en esa compañía y le encanta la películaRatatouille. Por los derechos de los bocetos del lobo, la FIFA le pagó 500 dólares (cerca de 460 euros).
Se trata de una cantidad muy pequeña, según señalaron los periodistas, recordando que las anteriores mascotas tuvieron un valor mucho más elevado. Por ejemplo, los derechos de la mascota del Mundial de Brasil, el armadillo Fuleco, costaron 100 millones de dólares. Por el gallo Futix del Mundial de Francia de 1998 se pagaron 30 millones de dólares. También los ingresos por los artículos de merchandising con las imágenes las mascotas suponen una buena cifra. El mismo Futlix recaudó con ello 27 millones de dólares. Los ingresos del leopardo Zakumi, el símbolo del Mundial de Sudáfrica, fueron de 71 millones de dólares.
Pero Boncharova no tiene quejas y afirma que la FIFA le ha dado mucho más, aunque no se refiere al dinero. “Emociones positivas y encuentros con gente extraordinaria. Creo que eso no se puede comprar con dinero”, explica, refiriéndose a su encuentro con el gobernador de Tomsk y con el popular presentador Iván Úrgant en un programa de televisión en Moscú. “No habría conseguido nada de esto sin ellos, estoy muy feliz y agradecida por todo esto”, dice la estudiante.
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