Fuente: RBTH
En la lista de puntos anormales en la región de los Urales hay 50 localizaciones sobre el mapa en las distintas partes en las que, por su topografía y características naturales, se divide: polar, sub-polar, meridional, central y sur. Según los ufólogos, los encuentros con fenómenos inexplicables ocurren no sólo en bosques frondosos y zonas naturales protegidas, también cerca de lugares habitados e incluso dentro de sus límites. Se tiene conocimiento de decenas, si no centenares, de testimonios oculares que afirman haber visto ovnis de distintos tipos: esféricos, discoides, piramidales u ovalados.
La primera mención en una crónica histórica de un “encuentro con alienígenas” en los Urales se remonta al siglo XVIII, cuando se empezó a desarrollar la actividad minera en la región. Hasta nuestros días han llegado testimonios de extrañas bolas de fuego que causaron el pánico entre los obreros.
Algunos investigadores, citando el archivo de la Comisión de Meteoritos de la Academia de las Ciencias de la Unión Soviética, recuerdan el testimonio por parte de los lugareños de la explosión de un ovni ovalado en los Urales, cerca de la ciudad de Karpinsk, en 1927.
El acontecimiento más enigmático fue la mayor colisión de un ovni en suelo soviético, que ocurrió hace 34 años en la región de Verjotuvski, en el óblast de Sverdlovsk, entre las localidades de Lijanova, Glazunovka, Kosolmanka y Karelino. Al parecer, a última hora de la tarde, los sistemas de defensa aérea detectaron tres o cuatros ovnis, y un enorme disco de 26 metros de diámetro y 5 de altura fue derribado por varios misiles. Dentro de la nave espacial se encontraron los cuerpos de dos criaturas biológicas enanas.
En 1989, según los datos de ufólogos de Perm, a más de 100 kilómetros al norte de la ciudad, un ovni con forma de disco parecido a una seta gigantesca de casi doce metros de diámetro impactó contra unos terrenos pantanosos destinados a prácticas militares.
La información sobre estos acontecimientos es escasa. El hecho de que esté clasificada ha dado pie a rumores, hipótesis y conjeturas. A continuación describiremos algunas de las zonas anómalas más famosas de los Urales.
El triángulo de Moliobka
Se acaba de cumplir el treinta aniversario del descubrimiento de la zona anómala más famosa de Rusia, localizada en la frontera entre el krái de Perm y el óblast de Sverdlovsk: “la zona anómala de Perm” o “el triángulo de Moliobka”. La zona se encuentra aproximadamente a diez kilómetros del
poblado de Moliobka, fundado en 1787. Este “rincón remoto del mundo” está situado en la confluencia de los ríos Silva y Moliobka. La superficie de la zona anómala es aproximadamente de 70 kilómetros cuadrados, que está formada básicamente por bosques frondosos poco transitables.
Moliobka se hizo muy célebre después de que el geólogo Emil Bachurin, oriundo de Perm, viera en octubre de 1983 una luminiscencia sobre el bosque y una figura circular de campo arado de 62 metros de diámetro. Este lugar ya gozaba de mala fama en el pasado. Existen datos de que ya en la década de 1830 los campesinos describieron la presencia de varios objetos voladores sobre Moliobka. Expertos cazadores vagaban perdidos a veces durante semanas por aquella zona, en una pequeña superficie de aproximadamente siete kilómetros cuadrados.
Los científicos han intentado dar con una explicación racional al fenómeno de Moliobka. En su opinión, el campo magnético cambia el movimiento del río Silva, que rodea el misterioso triángulo por todos los lados. Pero ¿cómo explicar los objetos voladores no identificados que la gente sigue avistando en estos lugares?Llamaradas abigarradas, relámpagos de colores, objetos voladores luminosos, voces de procedencia desconocido, intermitencias en el funcionamiento de aparatos de vídeo y de fotografía, la sensación de la presencia de algo “de otro mundo”, dolores de cabeza, subidas de temperatura, estados emocionales alterados… He aquí una pequeña lista de los “encantos” que les esperan, según cuentan testigos, a quienes visiten la “reserva de ovnis”.
En Moliobka es fácil encontrar guías entre los residentes locales que muestren al visitante los lugares más significativos.
La reserva de Ilmenski
La Reserva Mineral Estatal de Ilmenski es conocida, además de por su naturaleza virgen, por el fenómeno de los “agujeros sin fondo”. En la ladera adyacente a la ciudad de Miassu, cerca de un barranco que canaliza el agua procedente del deshielo primaveral, es posible ver agujeros de una profundidad inmensurable, con un diámetro que no excede los 15 centímetros. Los ufólogos creen que los ovnis formaron estos agujeros durante la extracción de elementos raros de la tierra, en la que esta reserva es rica.
La cadena montañosa de Taganái
Uno de los rincones más pintorescos de los Urales, la cadena montañosa de Taganái, es un reino natural formado por rocas y lagos, tundra alpina, taiga impenetrable, riachuelos de montaña y ríos de piedra. Es parte del parque nacional del grupo de cordilleras de Taganái, en la región sur de los Urales, situado cerca de la periferia al nordeste de la ciudad de Zlatoust. A los turistas se les advierte de que es preferible no visitar Taganái sin un guía experimentado.
En estos lugares a menudo se averían los auriculares de los teléfonos móviles y las cámaras fotográficas. La mayoría de los fenómenos pueden explicarse por las peculiaridades causadas por la radiación electromagnética procedente de las fallas tectónicas. A veces se han avistado ovnis allí, así como bolas energéticas, luz de origen desconocido y cambios bruscos de clima.
En la cordillera de Ureng y el pueblo de Veselovka pueden verse “clásicos nidos de luz”: aparecen a menudo bolas de fuego y de plasma, que actúan en los mismos lugares y serpentean durante bastante tiempo. Un fenómeno similar se produce en lugares con un suelo con baja resistividad, es decir, resistencia eléctrica específica de los materiales para oponerse al paso de una corriente eléctrica. Esto indica la existencia tanto de depósitos metálicos como de fuentes de agua subterránea.
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