Fuente: RBTH
La visita del líder ruso demuestra que Rusia es consciente del incremento de la importancia de la parte latinoamericana del Nuevo Mundo en la economía y la política mundiales.
“El hecho de que Vladímir Putin haya podido dedicar una semana entera a viajar por la región es bastante revelador, - señala a RBTH el director del instituto de Latinoamérica de la Academia Rusa de Ciencias, Vladímir Davydov. – Esto podría parecer un lujo innecesario en un momento en el que en las fronteras de Rusia se está desarrollando un grave conflicto. Sin embargo, esta gira es más necesaria que nunca. En un contexto en el que Occidente intenta empujar a Rusia a la 'trampa ucraniana', esta ha demostrado que es capaz de recuperar sus antiguos aliados y conseguir otros nuevos”.
La visita ha demostrado que Rusia y Latinoamérica se necesitan mutuamente. Por ejemplo, Rusia ha condonado a Cuba, donde Putin comenzaba su viaje el pasado día 11, el 90% de la deuda que el país había contraído con la URSS, estimada en 31.700 millones de dólares. El 10% restante se pagará en un plazo de diez años y se reinvertirá en la economía cubana. Las compañías rusas comenzarán a involucrarse en los trabajos de investigación en una plataforma petrolífera cubana, así como en la construcción de una central hidroeléctrica y en la industria del transporte. También habrá participación rusa en la modernización del puerto marítimo y en la creación de una zona económica especial.
En Nicaragua, adonde Putin voló en una visita que no había sido anunciada, se habló de las perspectivas de la colaboración bilateral con Moscú. El presidente Daniel Ortega no exageró al comentar que aquella visita relámpago de su homólogo ruso era un hito histórico.
Putin prometió a Ortega revisar la cuestión sobre el suministro de trigo desde Rusia “para satisfacer necesidades de primer orden”. Además, Rusia exportará a Nicaragua maquinaria agrícola y le proporcionará una base de servicio técnico. También es posible que en territorio de Nicaragua se instalen estaciones terrestres del sistema de navegación por satélite ruso GLONASS. Aunque lo más importante es que Rusia colaborará en la construcción del Gran Canal Interoceánico, que pretende convertirse en la alternativa al canal de Panamá.
Socios estratégicos
Los encuentros del presidente ruso con los líderes de Argentina y Brasil tuvieron una mayor relevancia. Según Putin, Argentina es a día de hoy uno de los principales socios de Rusia en Latinoamérica.
“Nuestros países coinciden en sus posturas respecto a los principales problemas internacionales, juntos defienden los principios de un mundo multipolar, de la igualdad de derechos, del respeto mutuo y de la importancia de la seguridad”, - señalaba el líder ruso en Buenos Aries.
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, es una de los muchos líderes mundiales que se han solidarizado con la postura rusa respecto a Crimea. Cristina Fernández acusó públicamente a Occidente de utilizar un doble rasero en sus juicios respecto a los referéndums de Crimea y de las islas Maldivas.
En las negociaciones que se llevaron a cabo en Buenos Aires se estudiaron proyectos conjuntos en ámbitos como la energía, el transporte, la aviación civil, la utilización del espacio con fines pacíficos y la sanidad. Se firmaron acuerdos intergubernamentales en el sector de la energía nuclear y la jurisprudencia, así como un acuerdo interdepartamental en el ámbito de las comunicaciones.
La agenda de Putin en Brasil, además del relevo entregado a Rusia para celebrar el Mundial de fútbol de 2018 y la participación en la cumbre de los BRICS, tuvo además un importante contenido en materia económica: se ha firmado un sólido paquete de documentos en ámbitos como la energía, la aviación, la cooperación técnica militar y la actividad aduanera, así como un memorándum sobre la instalación de estaciones GLONASS.
Durante su visita a Brasil, Putin también se reunió con los presidentes de 11 países de Sudamérica. Con tres de ellos, los líderes de Venezuela, Uruguay y Bolivia (Nicolás Maduro, José Mujica y Evo Morales), el presidente de Rusia llevó a cabo negociaciones bilaterales. Los resultados de estos encuentros demostraron de nuevo que Rusia y Latinoamérica están mostrando un gran interés en reforzar su colaboración. Un hecho que ha provocado el descontento de ambos presidentes ha sido el estado del comercio bilateral ruso-brasileño, aunque este supera en volumen el comercio bilateral de Rusia con el resto de países de la región: el negocio ruso en Brasil todavía es poco conocido, y la importación y la exportación están poco diversificadas. Por último, el sistema de créditos y la cooperación científico-técnica y de inversión siguen siendo vulnerables.
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